¿Qué son las Comarcas?
Las Comarcas son ecosistemas diseñados estratégicamente para restablecer comunidades funcionales de abejas nativas y otros polinizadores.
Basadas en más de 30 años de observación directa, combinan ciencia aplicada, restauración ecológica y técnicas propias desarrolladas en terreno.
No se trata solo de plantar flores: cada Comarca integra múltiples niveles de intervención ecológica —desde el sustrato hasta la floración— que permiten atraer, instalar y sostener a una comunidad diversa y abundante de abejas nativas, incluso en entornos degradados o urbanos.
Técnicas innovadoras y validadas en terreno
Las Comarcas aplican un conjunto de herramientas ecológicas únicas, desarrolladas en terreno a partir de la experiencia directa.
Entre estas técnicas se incluyen:
Estructuras de anidación bioestabilizadas, que permiten crear nidos móviles, expandir colonias y facilitar el asentamiento de especies escasas o desplazadas.
Sustratos específicos por familia de abejas, seleccionados y adaptados según sus requerimientos ecológicos y conductuales.
Fases de propagación vegetal in situ, con especies nativas nectaríferas, poliníferas y oleosas escalonadas en el tiempo.
Microclimas controlados, ajustados en exposición solar, humedad, textura del suelo y refugios, que disminuyen la depredación y aumentan la permanencia.
Transferencia ecológica progresiva, mediante elementos portadores de señales químicas y visuales que aceleran la colonización espontánea.
Diseños de Comarcas según el contexto ecológico
La Comarca Urbana está pensada para fomentar la presencia y asentamiento de abejas nativas en sectores urbanos, donde la falta de vegetación, la contaminación y la intensa intervención humana han mermado drásticamente su presencia. En estos espacios, se promueve la plantación de especies vegetales clave para su alimentación —estrechamente asociadas a ellas por siglos—, junto con la creación de nidos inspirados en estructuras naturales que ofrecen refugio y protección.
La Agrocomarca, en cambio, busca resguardar a las abejas nativas en entornos agrícolas, donde el uso de plaguicidas, la pérdida de flora nativa y la transformación del paisaje han reducido su abundancia y su rol como polinizadoras. En estas zonas se promueven prácticas agrícolas compatibles con la biodiversidad, junto a la implementación de hábitats adecuados. En este contexto, las abejas nativas han demostrado tener un impacto notable en el rendimiento y la calidad de cultivos hortícolas y frutales.
Por último, la Comarca de Conservación se enfoca en la protección activa de abejas nativas en áreas silvestres, cada vez más amenazadas por la sequía, incendios, especies invasoras y la degradación del hábitat. Estas Comarcas favorecen la restauración ecológica y la conservación de flora y fauna nativa, incorporando medidas de monitoreo y manejo adaptativo centradas en los polinizadores.
¿De dónde nacen?
“Cómo nacen las ComarcasLas Comarcas surgen tras décadas de observación directa en hábitats naturales de abejas nativas. Durante años recorrí cerros, quebradas y paisajes remotos de Chile, pasando semanas o incluso meses junto a sitios de nidificación, sin intervenir, salvo en galerías antiguas. Estudié sus criterios para elegir nidos, cómo priorizan el uso del espacio y los recursos florales, entre otros aspectos. Esa etapa —de ciencias básicas— me permitió entender patrones clave de comportamiento y supervivencia. Con el tiempo, esa comprensión se transformó en diseño: desarrollé técnicas aplicadas para recrear hábitats funcionales y adaptativos en entornos intervenidos.La oportunidad de probar este modelo llegó con la Comarca Urbana piloto, implementada en la Plaza Loreto Cousiño gracias al programa Jardines Sustentables de Cristóbal Elgueta. El resultado superó todas las expectativas: en la segunda fase ya llegaban abejas nativas a escarbar y establecer nidos en las estructuras diseñadas.Desde ahí, las Comarcas evolucionaron como una herramienta concreta para restaurar comunidades de abejas en distintos contextos. Hoy existen versiones adaptadas para entornos urbanos, agrícolas y de conservación. Algunas, como la Agrocomarca, aún esperan su implementación, pero ya cuentan con diseños específicos enfocados en potenciar especies clave para cultivos frutales y hortícolas.”
Pablo Vial Valdés, Apidólogo y fundador de la Fundación Abejas de Chile.
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¡Éxito en San Bernardo! Abejas Nativas Vuelven a Casa en 6 Meses
En solo 6 meses, las abejas nativas volvieron a casa!
Recuperando vida en el Cerro Escuela La Cantera (San Bernardo, Región Metropolitana)
En octubre de 2024 iniciamos un ambicioso piloto de restauración ecológica aplicada: transformar un espacio urbano degradado en un hábitat funcional para abejas nativas solitarias. Partimos con 5 especies registradas en las primeras visitas a terreno. Hoy, tras solo seis meses, más de 25 especies se han establecido, interactúan, nidifican y polinizan activamente dentro de las Comarcas.
Este proyecto integra principios de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) con técnicas propias de diseño ecológico, desarrolladas a lo largo de décadas de observación en terreno. Entre estas se incluyen:
Estructuras de anidación bioestabilizadas para facilitar la colonización.
Sustratos específicos para distintos grupos de abejas nativas.
Vegetación nativa seleccionada, organizada en fases temporales de floración.
Ajuste de microclimas, cobertura vegetal y control de exposición.
Transferencia ecológica, incorporando señales químicas y físicas que aceleran el asentamiento.
Comarca N°1: 100 m²

Comarca N°2: 242 m²

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