En Chile son muy poco conocidos y escasos. Avasallados por los jardines sintéticos, de muchos colores, formas, texturas y especies invasoras.
Por Lidia Astudillo Corona
Si Chile no tuviera tanta variedad de plantas exóticas, seguramente el concepto “Jardín ecosistémico” sería una incoherencia, pues la naturaleza propia reluciría en todo su esplendor. Tristemente la realidad es otra, con un escenario opuesto, atestado de jardines sintéticos, con flores exóticas que brindan sólo decoración y coloridos matices ópticos.
Los jardines ecosistémicos son pequeños edenes insertos en espacios artificiales, emulando el equilibrio perfecto de la naturaleza. Se protege el suelo, se priorizan las especies nativas y se potencia la riqueza natural geográfica.
En Fundación Abejas de Chile conversamos con Ximena Armingol, Arquitecta del paisaje, experta en jardines ecosistémicos, con quien abordaremos la urgencia de devolver a la tierra lo que le pertenece, lo nativo.
“La gente se asombra del bajo requerimiento hídrico que necesitan estos jardines, entonces se inclinan por esta alternativa. Además, las plantas nativas son un atractivo novedoso, distinto a las plantas comunes e introducidas”
En Chile son muy poco conocidos y escasos. Avasallados por los jardines sintéticos, de muchos colores, formas texturas y especies invasoras. La gente está prefiriendo estos jardines, primero por su reducido gasto hídrico, puesto que se utiliza un 60% menos del agua que en un jardín sintético, ese es el motivo principal y no que sea ecosistémico.
Para Ximena es muy importante el sentido que otorgue un jardín:
“Un jardín debe producir bienestar, equilibrio, armonía, no sólo la estética. Y esa armonía va directamente relacionada con la tierra, debe haber una conexión. Cuando las personas comprenden esto, les agrada saber que tendrán en su jardín mayor vida y diversidad de polinizadores”
Un jardín para la vida
Ximena se refiere a los múltiples beneficios que aportan los jardines ecosistémicos tanto en el entorno como en las personas:
“Las personas quedan muy contentas y satisfechas por encontrar un sentido armónico en su jardín. No sólo plantas que adornan con colores y formas, aparte de ello la asociación que se genera entre especies nativas, les provoca una actitud positiva, de estar haciendo algo beneficioso, se sienten colaborativos con el medio ambiente”
A medida que las personas van escuchando a la experta, todas las razones que certifican que la creación de un jardín ecosistémico es lejos la mejor opción, comienza a provocarse un paulatino cambio, se despierta el interés por saber, el asombro por la belleza de lo nativo y sus beneficios.
Con cada jardín creado, Ximena entrega un mensaje de conocimiento y las personas aprenden de la relación entre el territorio en que se vive, la flora que se debe favorecer y la conexión que se genera. Eso les impacta profundamente y se convencen que están haciendo lo correcto.
“Estar en una reposera o hamaca observando toda esa interacción que existe entre las especies nativas, polinizadores, (diversos insectos, abejas, moscas) y experimentándolo en medio de tu patio, es una sensación que alimenta el alma. Una terapia de sanación que reconforta y reivindica al ser humano”
Jardín ecosistémico v/s Jardín sintético
Cierta vez, en el cerro Playa Ancha (Valparaíso) al visitar una enorme casona de estilo Victoriano. Pendía, desde lo alto, una maravillosa lámpara de cristal. Con asombro me referí a ella, halagando su exuberante y exclusiva belleza, sin embargo una distinguida anciana me respondió: “Esa porquería sólo está de adorno, todos quedan estupefactos al verla, pero no sirve para nada, ni para poner una vela, si se corta la luz”
Algo muy similar ocurre con los jardines sintéticos, son muy bellos, con mucho colorido, pero…
Ximena destaca los múltiples beneficios que entregan estos jardines:
Al ser plantas nativas, benefician el suelo, lo nutren y oxigenan.
No así las plantas exóticas que sólo tienen un objetivo meramente estético.
Las plantas nativas requieren muy poca agua.
Las plantas exóticas necesitan de constante riego.
Las plantas nativas tienen controladores biológicos.
Las plantas exóticas usan herbicidas, insecticidas y fungicidas, muy dañinos para la salud.
Las plantas nativas representan la biodiversidad y belleza escénica local, que responde a una armonía y genética propia.
Las plantas exóticas provienen de diversos lugares del mundo, muchas veces desconociendo sus daños (como el laurel en flor o el rododendro)
Las plantas nativas atraen un sinnúmero de polinizadores.
Sólo por nombrar algunas diferencias.
“En un jardín sintético, no habita nada, no ocurre nada, no retribuye en nada. Entrega una belleza falsa, que ante los ojos humanos puede responder a una gratificación, pero falsa, pues entrega una belleza falsa, que provoca descontrol, sin sentido y vacío. Muy de la mano con la forma de vivir que tenemos como sociedad…una sociedad falsa”
“Somos un elemento del paisaje tenemos la responsabilidad de colaborar en él para que siga existiendo”
Ximena Armingol Cartes
Fundación Abejas de Chile